Teatro Arbolé

Teatro Arbolé

 

  • Iñaki Juárez, Pablo Girón y Esteban Villarrocha son las personas responsables del Teatro Arbolé, un proyecto polivalente que además del teatro estable situado en el Parque del Agua Luis Buñuel, incluye la compañía de títeres con el mismo nombre, una de las más activas y reputadas del país, así como un conjunto de iniciativas culturales, desde publicaciones de libros, revistas y cd, hasta la organización de eventos dentro y fuera del teatro.
  • Considerada como Sala Alternativa, una de las primeras en abrirse en España, y fundadora de la Coordinadora de Salas Alternativas, el Teatro Arbolé es un ejemplo de permanencia en el tiempo, regentado siempre con ácrata sabiduría.

Pelegrín e Iñaki Juárez
Pelegrín con Iñaki Juárez.

  • PELEGRÍN. Entre otras muchas creaciones, son los responsables del nacimiento de Pelegrín, personaje titiritero que hace poco cumplió su treinta aniversario. Como dijo Toni Rumbau en una crónica de su presentación en La Puntual de Barcelona, ‘Treinta abriles no los cumplen todos los personajes titiriteros. Hace falta para ello que el agraciado tenga fuste de Polichinela, que sus fieles servidores tengan las cualidades del tesón, y que la suerte les acompañe a todos. Tras la función que vi en La Puntual, con un pletórico Iñaki Juárez que con los años parece haber encontrado este punto dulce que da la madurez de la experiencia, el amor por su arte y unas dosis fuertes de tozudez maña, supe, charlando con el titiritero, que Pelegrín no salió de la nada sin más, sino que su origen se halla envuelto entre nieblas de leyenda, concretamente las que habitan en el Valle de Carrión, en el Pirineo Navarro. Por lo visto, fue en este escenario montaraz, en el que se cruzan los Caminos de Santiago que vienen de Francia y de Aragón, donde los de Arbolé pescaron al vuelo de unas charlas entre viejos lugareños, el nombre de Pelegrín. ¿Antiguos titiriteros de la legua que tras recorrer los Caminos de Europa recalaron y se establecieron en estas tierras regadas por el Esca?… Quizás. Otros hablan de orígenes más lejanos y misteriosos, mientras lanzan discretas miradas de reojo al Dolmen de Arrako y al cromlech que lo rodea, en las campas de Belagua o las de Roizu… Algunos viejos murmuran de vez en cuando su nombre, con pícara sonrisa en los labios, como si les recordara hazañas díscolas de la juventud…’